El intendente de Yerba Buena, Mariano Campero (Cambiemos), afrontará su último año de gestión con la presidencia del Concejo en manos de concejales aliados. El peronista Héctor Aguirre alcanzó la reelección como presidente del cuerpo vecinal, con seis votos, imponiéndose sobre la bancada opositora, integrada por Benjamín Zelaya, Maximiliano García, Lucas Cerúsico y Pedro Albornoz Piossek. Pese a que hubo felicitaciones de los opositores para el presidente electo, la votación se produjo entre críticas cruzadas.
Tras un fallo, ediles de Yerba Buena definen autoridadesLa votación de ayer ocurrió tras un fallo judicial que resolvió un conflicto entre los dos sectores. Casi un año después de presentado el planteo, el fallo de la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo -integrado por Horacio Castellanos y Juan Ricardo Acosta-, rechazó el amparo que habían interpuesto Zelaya para rechazar la sesión en la que se le tomó juramento al radical Rodolfo Aranda. En aquel debate se habían votado las autoridades para este año.
Dos propuestas
Apenas comenzó la sesión, el radical Aranda propuso como fórmula para la mesa directiva a Aguirre, junto a Marcelo Rojas y Walter Aráoz como vicepresidentes primero y segundo. Luego, el opositor Albornoz Piossek mocionó a tres aliados al intendente: Aranda para presidir el Concejo, junto a José Macome y a Javier Jantus. El objetivo era tentar a los ediles para imponerse y fracturar al oficialismo.
La Justicia le asestó un duro revés a la oposición municipal en Yerba BuenaLos concejales fueron votando uno a uno, por orden alfabético. Aguirre votó por su reelección. Albornoz Piossek votó por la moción de la oposición.
“Renuncio a la lista que integro. Acá hemos constituido un equipo de trabajo con seis concejales. Esta es la continuación del trabajo iniciado el 28 de diciembre -cuando pudo asumir su banca-”, justificó su voto en favor de Aguirre el radical Aranda. Y agregó: “tendremos que poner blanco sobre negro para mostrar quiénes intentaron entorpecer el trabajo en el Concejo. Jamás deberíamos haber llegado a un fallo de la Justicia para dar respuesta a una decisión de la soberanía popular, porque durante 14 meses me impidieron asumir”.
Se llevaron unos $ 500.000 de la Tesorería de Yerba BuenaA su turno, Aráoz también votó por Aguirre y pidió defender su postura: “la Justicia expidió un fallo razonable, donde cinco concejales definimos salvar el cuerpo, reunirnos y hacer asumir a un concejal que la Justicia decía que debía asumir. Este cuerpo sufrió en aquel entonces una desestabilización institucional”, acotó el peronista.
El radical Cerúsico votó por la propuesta de la oposición a Campero. García votó del mismo modo y emitió una crítica astuta al intendente. “Estamos contentos porque las instituciones funcionan. No compartimos el fallo, porque creemos que las sesiones preparatorias se producen sólo cada cuatro años, cuando se renueva la conformación. Ahí está la Justicia militante, que por el solo hecho de armar y carpetear a alguien piensa que puede condicionar...”, cuestionó el radical, hermano del legislador de la UCR Ariel García. “Hemos sido elegidos para controlar (la gestión del intendente); no creemos que la función de un concejal se reduzca a ser oficinista. No vamos a compartir el incremento de las contrataciones directas en este contexto de ajuste voraz. Acá en Yerba Buena se ha llevado a más de un 300% la contratación directa. Para nosotros esto trae aparejada la corrupción. Tampoco nos vamos a someter a la extorsión mediática”, continuó García, quien destinó unas palabras para criticar a LA GACETA.
Jantus votó por la reelección de Aguirre. Macome también votó por Aguirre y aprovechó para responder a las críticas de García: “hacer política es ‘hacer oficina’, es tratar los expedientes del Concejo, discutir en comisiones, estar en la calle, atender los reclamos de los vecinos. La política es muchas cosas, no sólo militancia, enrosque ni tener poder por el poder, para encarar elecciones. La política es trabajar para la gente. No puedo sentarme acá y escuchar a alguien que defina qué y cómo se hace política”, cuestionó el concejal. “Me parece una actitud pésima llegar al recinto y echarles la culpa a todos: a la Justicia por el fallo, a los 12 años que pasaron, a los que están ahora. Acá estamos para tra-ba-jar”, respondió Macome, levantando aplausos de los espectadores.
“Lo que pasó el año pasado fue tremendo. La Justicia dice algo, no se le hace caso y no pasa nada. Por eso es que, después de que la Justicia ordenara que Aranda asumiera en su banca si estaba en condiciones, nos reunimos los ediles para permitir que asuma”, justificó Rojas su voto en favor de Aguirre. Aranda se levantó de su banca y comenzó a aplaudir: “¡ya tenemos los seis votos!”.
Aunque la votación ya estaba definida, Zelaya pidió justificar su voto. “Hay concejales que a los 30 años pensaban en sus intereses. Otros tienen un compromiso político porque tienen años de militancia. Algunos tenemos 30 y estaremos muchos años a la par de la gente”, inició el radical su breve discurso. Macome lo escuchaba con los brazos cruzados y las cejas levantadas; Aranda miraba al suelo, conteniéndose. “Hicimos esta propuesta porque queríamos que la UCR presida el Concejo. Si nos quieren sancionar, (háganlo) tranquilos. Presenté mi renuncia oficial a los 18 meses que me adeudan de gastos sociales, y no me interesa cobrarlos hasta el final de mi mandato. La gente demanda un cambio. Lo felicito al concejal Aguirre, pero no comparto nada con el corrupto del intendente Campero”, finalizó Zelaya.
Tras las felicitaciones por el triunfo y luego de que juraran en su cargo, el recinto se vació rápidamente. “Como pasó en otros sectores de la provincia: se le volvió a escapar la tortuga en Yerba Buena al legislador que estaba trabajando aquí y en Concepción”, dijo Aguirre a LA GACETA. ¿A qué legislador se refiere?, le consultó este diario. “Quien está en política sabe quién es”, evitó la respuesta Aguirre. “Lo digo yo: se le escapó la tortuga a Ariel García”, acotó Aranda.
El comienzo del conflicto
Una banca que estuvo vacante 14 meses
El concejal Lisandro Argiró había tomado licencia en octubre de 2016 para asumir como secretario de Gobierno del intendente Mariano Campero. La Junta Electoral Provincial comunicó al Concejo que la banca debía ser ocupada por el siguiente en la lista: Rodolfo Aranda. El entonces presidente del cuerpo, Benjamín Zelaya, había ordenado la conformación de una comisión que investigue el pliego de Aranda. Además, analizarían supuestas irregularidades cuando ocupaba el cargo de director de Saneamiento de la Ciudad Jardín. Aranda acudió a la Justicia, que falló a su favor. Los ediles aliados al municipio convocaron a una sesión para que pudiera asumir en su banca.